Algos Blog

En el post de esta semana queremos contar la experiencia de uno de los miembros de nuestro grupo que ha tenido la oportunidad de realizar una estancia de investigación, durante 3 meses, en Halifax, Canadá. El centro de destino fue el Hospital materno infantil “IWK Health Center”, hospital de referencia en la región atlántica de Canadá.

Lo primero que llama la atención es que al entrar en el hall huele a chocolate y a pizza, pues los restaurantes están situados a la entrada, y aunque te alejes de ellos no se llega a percibir el consabido “olor a hospital”, ese penetrante olor a medicina y desinfectante que a muchos pone nervioso.

Conforme avanzas por el pasillo te encuentras con la tienda de regalos, y es raro el día en el que no hay voluntarios de alguna asociación o colectivo vendiendo dulces o artesanía para financiar sus causas.

Cada sección del hospital está ambientada con diferentes temáticas, que van desde el circo a la selva, pasando por el fondo del mar. Muchas veces da la sensación de estar en un parque temático más que en un hospital. También hay jardines en el exterior y una sala de descanso para las familias.

Todo lo anterior es solo la fachada, el aspecto inicial pero ¿Qué pasa con la calidad de los servicios? Como decía más arriba, el centro es un hospital infantil de referencia que cuenta con algunos de los mejores profesionales del país. Llama la atención cómo miembros de diferentes disciplinas: medicina, enfermería, psicología, fisioterapia, trabajo social… se coordinan para formar equipos multidisciplinares que garantizan una atención coordinada y efectiva de los pacientes. Creo que un hecho a destacar es que es fácil encontrar, por ejemplo, a un médico bebiendo de un termo decorado con dibujos de Bob Esponja o con su ID colgada de una cinta de los Simpson, o a una enfermera con una blusa de las princesas Disney. Lo raro aquí es encontrarte a un “señor Doctor” serio, con su bata blanca, que sería lo común en nuestro país.

Otro aspecto muy destacable es el gran peso de la investigación. El hospital cuenta con varios centros vinculados como el “Centro de investigación en salud familiar” o el “Centro de investigación en dolor pediátrico”. Es fácil encontrar profesionales que comparten su dedicación a la investigación con la práctica clínica, enriqueciendo así ambos campos. También se encuentran muy abiertos a compartir su experiencia y acoger a personas de diversas disciplinas y países (para muestra un botón).

A día de hoy son cada vez más los hospitales españoles que tratan de ser agradables para los niños, cuidando tanto su decoración como el trato ofrecido. No obstante, creo que aún queda camino por recorrer en ese sentido y un buen punto de referencia podría ser el hospital que aquí menciono: si ellos han podido ¿Por qué nosotros no?

Podéis seguirlo en twitter (@IWKHealthCentre) o consultar su página web (IWK Health Centre) si queréis más información sobre el mismo.

PD: Gracias a Patrick, Allen, Mike, Paula, Jill, Joanne, Anna, Bruce, Lori, Nicole, Adam, Karen, Kaitlin, Sharlene, Michelle y todos los que han hecho que estos meses merezcan la pena.

Rocío de la Vega, miembro del grupo Algos para la Investigación en Dolor Infantil

Universitat Rovira i Virgili, Tarragona


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