Dolor en niños y jóvenes adultos con autismo

El dolor en niños y jóvenes adultos con autismo es un tema poco investigado, conforme comentó la conocida pediatra Lonnie Zeltzer (EUA) en las IV Jornadas Internacionales de Dolor Infantil organizadas por el grupo ALGOS.

Su conferencia sobre el tema del dolor en niños con autismo trajo importantes reflexiones, y puso en debate las siguientes cuestiones: (1) ¿los niños con autismo tienen dolor o son insensibles al dolor?, (2) ¿las conductas de los niños con autismo pueden ser una señal de dolor?, (3) ¿las conductas de autolesión son una manifestación de dolor?, y (4) ¿Cómo se puede medir el dolor en niños con autismo?.

Los niños con autismo tienen dolor y se considera que las expresiones faciales son la medida más fiable del dolor en comparación con otro tipo de conductas observables. Por otro lado, la investigación demuestra que el dolor crónico puede influenciar la frecuencia y localización de la conducta de autolesión. Las señales conductuales no verbales que indican dolor son más frecuentes en niños autistas con conductas de autolesión que en niños con autismo sin ese tipo de comportamiento. Así, la conducta de autolesión puede ser un indicador de dolor crónico.

Por tanto, es importante averiguar en qué parte del cuerpo se da la conducta de autolesión ya que es posible que ahí se localice el dolor. Finamente, hoy en día ya se disponen de instrumentos de observación que permiten medir el dolor en niños que tienen dificultades en expresarse verbalmente, como puede ser el caso de los niños con autismo. Hay algunas conductas que pueden expresar dolor, como por ejemplo:

– el empujar el pecho – reflujo.

– el tocar con fuerza en la punta de la barbilla – reflujo y dolor de dientes.

– los golpes en la cabeza – dolor de dientes y dolor de cabeza.

– las conductas de autolesión – dolor en el lugar donde se da la conducta de autolesión.

De esto modo, es de gran importancia el reconocimiento de que los niños con autismo tienen dolor, que sus conductas pueden ser una señal de dolor, que es posible evaluar su dolor y finalmente tratarla.

Catarina Tomé Pires, miembro del grupo Algos para la Investigación en Dolor Infantil

Universitat Rovira i Virgili, Tarragona

Créditos de la foto: hepingting