El dolor oncológico
En este post hablaremos sobre el dolor oncológico, y trataremos de contestar a las preguntas más frecuentes:
¿Qué es el dolor?
El dolor suele ser una señal de que algo anda mal en su cuerpo. Cuando hay un daño en cualquier parte de su cuerpo, su sistema nervioso envía un mensaje a lo largo de los nervios al cerebro. Cuando el cerebro recibe estos mensajes, usted siente dolor.
¿Tener cáncer significa tener dolor?
No todos los tipos de cáncer causan dolor, de hecho, muchas personas con cáncer no tienen dolor. Entre 3 y 5 personas (de cada 10) tendrán algún tipo de dolor. Con el cáncer avanzado, el dolor es más probable (entre 7 y 9 de cada 10 personas).
Por otra parte, la cantidad de dolor no tiene por qué estar relacionada con el tamaño del cáncer: un pequeño tumor que está presionando un nervio o la médula espinal puede ser extremadamente doloroso, sin embargo, un tumor muy grande en otro lugar puede no causar ningún dolor en absoluto.
¿Por qué el cáncer produce dolor?
El que usted tenga dolor (y la cantidad de dolor que tenga) podrían depender del tipo de cáncer, la etapa (extensión) y de su umbral de dolor (tolerancia al dolor). El dolor es causado con más frecuencia por la misma enfermedad, por la presión que un tumor ejerce sobre los huesos, nervios u órganos del cuerpo.
Otras veces, el dolor está relacionado con su tratamiento. Por ejemplo, algunos medicamentos de quimioterapia pueden causar entumecimiento y hormigueo en las manos y los pies, o una sensación de ardor en el lugar en el que se inyectan. La radioterapia puede causar enrojecimiento de la piel e irritación.
¿Cómo afecta el dolor en mi vida?
El dolor puede afectar a todos los aspectos de su vida. Es posible que no pueda participar en las actividades de su vida cotidiana. Puede que tenga dificultad para dormir y comer. Usted podría mostrarse irritable con sus seres queridos. Resulta fácil sentir frustración, tristeza e incluso enfado cuando tiene dolor. Los familiares y los amigos no siempre comprenden cómo usted se siente, y es posible que se sienta muy solo(a) al enfrentar su angustia. Todos estos sentimientos son normales.
Nunca debe aceptar el dolor como parte normal de su enfermedad, pues todo dolor puede ser tratado, y gran parte puede ser controlado o aliviado. Cuando su dolor se mantiene bajo control, las personas pueden dormir y comer mejor, disfrutar la compañía de familiares y amigos, realizar mejor su trabajo y disfrutar de sus pasatiempos.
¿Qué hacer si tengo dolor?
Si usted tiene dolor ha de comunicárselo a su médico. La información sobre su dolor ayudará a su médico a conocer más sobre cómo el cáncer y el tratamiento están afectando su organismo. Por ello, es buena idea hacer un registro de su dolor utilizando escalas de intensidad de dolor.
¿Qué tipo de tratamientos hay para el dolor?
Su médico indagará más sobre lo que causa su dolor porque esto afectará a cómo será tratado. Con el fin de controlar el dolor, es posible que se haga uso de medicamentos, procedimientos, tratamientos contra el cáncer o incluso cirugías.
El tipo de medicamento y la manera de administración dependen del tipo y causa del dolor. Por ejemplo: para el dolor leve a moderado se utilizan medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (aspirina, ibuprifeno, etc.), para el dolor moderado a severo se recetan opioides (también conocidos como narcóticos), para el dolor intercurrente, opioides de rápido efecto (como la morfina oral de acción rápida), para el hormigueo y el ardor, antidepresivos; y para el dolor causado por la hinchazón o la presión se utilizan esteroides.
En cuanto a los tratamientos no médicos contra el dolor, estos se usan ampliamente junto con las medicinas contra el dolor, aunque también se pueden usar por sí solas para malestares o dolores ligeros. Algunas personas descubren que pueden tomar una dosis menor de analgésicos cuando se emplean estos tratamientos no médicos. Estos métodos incluyen:
Relajación: ayuda a aliviar el dolor o evita que empeore al reducir la tensión muscular. Puede ayudarle a dormir, hacerle sentir menos cansancio, reducir su ansiedad y hacer que otros métodos contra el dolor le funcionen mejor.
Distracción: desviar su atención a otra cosa que no sea el dolor. La distracción puede usarse por sí sola para manejar el dolor leve, usarse junto con la medicina para manejar episodios breves de dolor severo, o cuando usted está esperando que la medicina comience a surtir efecto. Si el dolor es leve, usted puede distraerse durante horas.
Hipnosis: es un estado parecido a un intenso trance de alta concentración en el que usted está despierto, pero calmado y quieto. En este estado de relajación, podría ser que la gente se vuelva más receptiva a la sugestión. La hipnosis puede usarse para mitigar el estar consciente del dolor, para sustituirlo por otra sensación o para cambiar la sensación por otra que sea menos dolorosa.
Visualización: consiste en usar la imaginación para crear imágenes o situaciones mentales. Algunas personas creen que la visualización es una forma de autohipnosis.
Estimulación de la piel: se usa el masaje, la presión, la vibración, el calor o el frío en la piel, mientras se disminuye o bloquea la sensación de dolor. Estas técnicas también cambian el flujo de la sangre del área que se estimula. Algunas veces, la estimulación de la piel eliminará el dolor o lo disminuirá durante la estimulación. La estimulación de la piel se hace sea en o cerca del área del dolor. También se puede usar la estimulación de la piel en el lado del cuerpo opuesto al dolor. La estimulación de la piel en áreas distantes al dolor puede usarse para aumentar la relajación y aliviar el dolor.
Apoyo y asesoría emocional: si usted se siente ansioso o deprimido, su dolor puede hacerle sentirse peor. Además, el dolor puede causar que se sienta preocupado, deprimido o que se desaliente fácilmente. Algunas personas se sienten desesperanzadas, solas, con miedo o impotentes. Todas estas emociones son normales. Buscar la ayuda de un profesional de la psicología puede ayudarle.
Cómo puede imaginar, tener dolor puede hacer que la situación sea más difícil, tanto emocional como físicamente, por tanto, es importante diseñar un plan de tratamiento individual para controlar su dolor. No es necesario “aguantarse” ni mostrarse “valiente” en caso de observar que está teniendo más dolor del que otras personas presentan con el mismo tipo de cáncer.
No todas las personas sienten el dolor en la misma forma. El dolor de cada persona es único y tiene que ser tratado de forma individual. Si siente dolor, debe comunicarlo. Recuerde que es más fácil controlar el dolor tan pronto comienza que esperar hasta que se vuelva severo.
Fuente: American Cancer Society
Santiago Galán, ALGOS. Recerca en Dolor
Universitat Rovira i Virgili, Tarragona
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