Vacaciones de verano y dolor

¡Por fin han llegado las vacaciones de verano!

Ésta es una expresión repetida por la mayoría de niños y adolescentes en estos meses del año.

Durante dos meses no tienen que volver al colegio/instituto y pueden disfrutar de aquellas actividades que les gustan: ir a la playa o piscina, ir de excursión, leer un buen libro, irse de vacaciones, etc.

Cuando un niño tiene problemas de dolor, esta época puede dar lugar a sentimientos ambivalentes: por un lado, el niño puede estar contento por el hecho de no tener que hacer deberes, por estar más tiempo con su familia y/o amigos, etc. pero, por otro lado, puede sentirse desplazado al no poder realizar todas las actividades que sí hacen otros niños de su edad u otros miembros de su familia.

Ante esta situación hay que tener en cuenta que la persona que tiene dolor no tiene porqué permanecer inactiva (físicamente hablando). Por ejemplo, tal vez no pueda realizar una excursión de 2 horas por un paraje montañoso pero quizás sea posible dar un paseo, a paso tranquilo, por la playa o por una zona llana.

Tan importante como saber adaptar las actividades al ritmo del niño que tiene dolor, es saber qué actividades puede realizar y cuáles no (a pesar de estar adaptadas). Por este motivo, siempre se debe contar con la ayuda y opinión del médico que sigue la evolución del niño.

Tampoco debemos olvidar que existen actividades que requieren un menor esfuerzo físico y que pueden resultar igualmente interesantes, dependiendo de los intereses de los niños: la lectura, la música, el cine, las manualidades, etc.

Hagamos lo que hagamos, lo importante es tratar que el verano sea una época para que el niño (y también la familia) disfrute y lo pase bien.

En ALGOS también cogemos vacaciones y volveremos en setiembre con las pilas cargadas y más noticias que comentar con vosotros.

¡Disfrutad del verano!

Equipo técnico del grupo ALGOS

Universitat Rovira i Virgili, Tarragona

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